Los 5 “venenos blancos”: cuáles son y alternativas saludables

La ciencia ha catalogado como “venenos blancos” a la sal, el azúcar, el arroz blanco, la harina y la leche, alimentos refinados que forman parte de nuestra dieta diaria y que, sin embargo, no son del todo saludables.  A continuación, desgranamos las propiedades de cada uno de estos alimentos para conocer cómo afectan a nuestra salud y de qué manera podemos sustituirlos en nuestra dieta:

Azúcar

Se trata del ingrediente menos nutritivo de la lista ya que, además de crearnos adicción, también provoca inflamación crónica y puede elevar nuestra glucosa en sangre. Su consumo excesivo puede derivar en diabetes, obesidad, hígado graso o enfermedades cardiovasculares. Más allá de reducirlo, se recomienda eliminarlo de nuestra dieta por completo.

• Alternativa: Ingredientes naturales como el sirope de arce o la miel, utilizados con moderación, son una mejor opción para endulzar nuestras comidas. 

Sal

Al estar muy refinada y procesada, carece de sus nutrientes naturales. Solamente incorporando una dosis “moderada” en nuestras comidas ya incrementamos la retención de líquidos, dañando nuestro organismo. En caso de un consumo excesivo, se eleva el riesgo de padecer osteoporosis, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y problemas renales.

• Alternativa: Los mejores sustitutos son la sal marina sin refinar o la sal del Himalaya, al estar menos procesados y aportar más minerales.

Harina

Al refinar este ingrediente, se eliminan sus propiedades más beneficiosas, como la fibra, los minerales y las vitaminas. Consumirla afecta directamente a los niveles de azúcar en sangre, elevando nuestra glucosa, además de provocar una mala salud intestinal. Si no la ingerimos con moderación puede derivar en un aumento de peso y problemas metabólicos, e incluso incrementar el riesgo de padecer diabetes.

• Alternativas: En el caso de consumirla, será siempre mejor la opción sin gluten, pero las alternativas más saludables son la harina de avena, de coco o de almendra.

Leche

Una vez considerado un pilar de una dieta saludable, en los últimos años se ha puesto en duda debido a los problemas intestinales que genera. El principal  responsable es la lactosa, un azúcar natural presente en este alimento que muchos adultos no procesan bien. El resultado es inflamación, hinchazón, gases y, en algunos casos, intolerancia.

• Alternativas: Al igual que con la harina, sus versiones vegetales como la de almendra, coco o avena son más ligeras para el sistema digestivo.

Arroz

También contiene altos niveles de azúcar, incrementando la cantidad de glucosa en sangre. Una dieta rica en arroz blanco está relacionada con un mayor riesgo de diabetes y problemas metabólicos.

• Alternativas: El arroz integral logra mantener su fibra y nutrientes naturales. La quinoa o el trigo sarraceno también son una mejor elección.